La Confederación Sindical Internacional (CSI) exige el cese inmediato de la violencia en Israel y Palestina, así como la celebración de conversaciones urgentes en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de abordar las causas inmediatas de la violencia y las injusticias subyacentes derivadas de la ocupación israelí. La voz de los trabajadores y trabajadoras a nivel mundial hace un llamamiento a sus afiliados para que escriban una carta a sus gobiernos y les exijan que denuncien formalmente la violencia israelí y pongan fin a los desalojos forzosos en Sheikh Jarrah.

En la última semana, las fuerzas de seguridad israelíes han utilizado una fuerza excesiva, reiterada e improcedente contra los manifestantes palestinos en la Jerusalén Este hiriendo a cientos de civiles y matando a más de 20 palestinos. Las protestas fueron provocadas por las órdenes de desalojo forzoso de las familias de refugiados palestinos del barrio de Sheikh Jarrah, en la Jerusalén Este.

Según las Naciones Unidas, al menos 218 viviendas palestinas en la Jerusalén Este, incluidas las de las familias en Silwan y Sheikh Jarrah, tienen abiertos juicios de desahucio, la mayoría incoados por organizaciones de colonos, debido a lo cual 970 personas, incluidos 424 niños, quedaron en riesgo de desplazamiento. Dichas familias llevan viviendo en Sheikh Jarrah desde 1956, después de convertirse en refugiados en 1948.

Los desalojos forzosos forman parte de un esfuerzo sistemático por parte de las autoridades israelíes para llevar a cabo una limpieza étnica en Jerusalén Este con el objetivo de provocar un cambio en la demografía de la ciudad. El mes pasado, otras familias fueron desplazadas forzosamente en el barrio de Silwan. Si se llevan a cabo, estos desalojos ya previstos constituirían una grave violación de las obligaciones de Israel según el derecho internacional y, según declaró la ONU, podrían equivaler a un crimen de guerra conforme a lo estipulado en el Cuarto Convenio de Ginebra.

Además, la CSI condena el uso excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad israelíes contra los palestinos que protestaban contra los desalojos en Jerusalén, así como los bombardeos aéreos israelíes en la franja de Gaza. Asimismo, condenamos enérgicamente el asalto al complejo de la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén y la violencia ejercida contra los fieles.

Las fuerzas de ocupación israelíes siguen acosando arbitrariamente a los líderes sindicales palestinos. El 8 de mayo, el doctor Ashraf Al-A’war de la PGFTU fue detenido por las fuerzas de seguridad israelíes cuando se dirigía a la sede de dicha federación sindical. Según  informaron a la CSI, le interrogaron sobre sus actividades sindicales y, aunque le pusieron en libertad bajo fianza, ahora le impiden participar en cualquier actividad política o sindical durante un período de un mes.

“Este es un ejemplo totalmente inaceptable de acoso a un dirigente sindical en el transcurso de sus tareas sindicales. Se trata de una clara violación del convenio 87 de la OIT sobre la libertad sindical. La restricción de sus actividades sindicales debe anularse inmediatamente y las fuerzas de seguridad israelíes y el tribunal deberían disculparse por el maltrato al que le sometieron”, concluyó Sharan Burrow.

Los bombardeos aéreos israelíes en Gaza han provocado 24 víctimas mortales, incluidos nueve niños. Estos se iniciaron como respuesta a los cohetes disparados desde Gaza, que hirieron a más de 20 personas. A su vez, dichos cohetes fueron la respuesta a los últimos días llenos de violencia, en especial en Jerusalén, donde cientos de palestinos resultaron heridos en las manifestaciones contra los desalojos forzosos de sus familias por parte de las autoridades israelíes que quieren traspasar sus hogares a ciudadanos israelíes.

Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, declaró: “Condenamos enérgicamente la violencia y especialmente los asesinatos en todos los casos. Asimismo, resulta desolador ver cómo las familias palestinas se tienen que enfrentar a la expulsión de sus hogares para que entren los colonos israelíes. Una vez más, la ocupación ilegal e injusta de las tierras palestinas y la perpetuación de la ocupación israelí de Palestina constituyen la raíz del problema”.

“La única solución aceptable y sostenible es la plena aplicación de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU que tengan como objetivo el fin de la ocupación y la celebración de unas negociaciones que faciliten la creación de dos Estados soberanos: Palestina e Israel”, concluyó Sharan Burrow.

Modelo de Carta para el gobierno – Palestine_Model letter to Government_SPA

 

 

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